jueves, 9 de agosto de 2012

Tercera parte.

( A la Primera parte aquí )
...Mientras su cuerpo se desplazaba a través del aire, durante lo que parecía una eternidad, trató de despertar.

Seguramente esto es un sueño, buscaba reafirmar en su mente; pero la caída continuaba en la penumbra de aquellos que no perciben ninguna luz, de los que son ciegos.

En su rostro, el espacio vacío tras sus párpados sellados, revelaba no sólo ceguera, si no ausencia absoluta de órganos visuales...

Sus oídos trabajaban al doble y aún así seguía cayendo, no había nada al rededor, ninguna referencia que le indicará cuan rápido o cuanto había ya descendido a merced de la gravedad.

Y de pronto de arriba hacia abajo y a mayor velocidad que la suya, escucho con claridad la risa macabra del Doctor, justo después de esto se le alcanzó oír decir "aún falta más" y después el sonido peculiar de un cuerpo chocando contra el suelo a velocidad terminal...

Con un grito que no existió, el sujeto sabía su destino, moriría de igual forma, aplastado.
Su horror era mayor al no saber la distancia que a él le faltaba...

Pero el choque nunca llegó, sin dolor, suavemente, sintió en sus piernas expuestas y las palmas de sus manos, la caricia del pasto y la humedad del rocío...

( A la Cuarta y Ultima Parte aquí )

sábado, 4 de agosto de 2012

Segunda parte.

( a la Primera parte aquí )

...Con un estallido el agua golpeó sus troncos, los movía violentamente, la fuerza del agua brava pudo más que los amarres que mantenían unidas las piezas de la balsa.

Sin previo aviso estaban sumergidos hasta el cuello, imposibilitados, a merced de la corriente.

Extrañamente el Doctor conservaba la calma, más que nunca su rostro parecía el de un mamífero acuático.

Mientras que el aún más confundido sujeto descubría con angustia porque no podía hablar y en esta caso, tratar de tomar aire a través de la boca...

Con sus dedos lastimados por tratar de conseguir agarre en las rocas de la rivera, buscó la comisura de sus labios... con nuevo horror se dio cuenta que no tenía boca...

En su lugar estaba la continuación bizarra de sus mejillas, del borde inferior de su nariz no existía más que una planicie cutánea que se extendía hasta su mentón.

El Médico que flotaba cuál boya en vertical, dejo escapar una sonrisa burlona, tan sólo su bigote se perdía de cuando en cuando bajo la superficie encrispada del agua; pero la intención se notaba en la mirada cínica que proyectaban sus ojos tras los lentes.

¿Era todo esto obra suya? pensó con temor, cerrando los ojos para tratar de recordar.

Al hacerlo todo se volvió negro y no sintió más el flotar de su cuerpo en el agua, sólo la sensación de sus órganos internos agitandose en sus cavidades... estaba cayendo y ahora no tenía ojos...

( a la Tercera parte aquí )


jueves, 2 de agosto de 2012

Primera parte.

No recordaba como había empezado su viaje o el motivo del mismo, cuando abrió los ojos estaba con el Doctor en una pequeña balsa hecha de troncos flotando por un calmo río.

Al absorber con su mirada todo el entorno trató de incorporarse, sólo para darse cuenta que tenía varios vendajes en las piernas.

El médico le dijo relajado, que sólo eran para evitar una infección, las sanguijuelas se habían estado alimentando de la parte en la cual sus pantalones no cubrían la piel de sus piernas.

La luz reflejada en la superficie del agua se sentía como un millón de agujas al rojo vivo en su cabeza.

Cuanto tiempo había estado flotando en la improvisada embarcación y cuál había sido su última comida, eran los cuestionamientos que pasaban por su mente.

El Doctor, un hombre robusto, con anteojos y un bigote negro estilo morsa, le preguntó si se sentía mejor,a lo que el hombre respondió moviendo su cabeza y hombros en señal de desconcierto.

Cuando trató de hablar se sorprendió al saber que no recordaba como hacerlo, ni siquiera recordaba como mover los labios.

Intentó gritar; pero todos los esfuerzos parecían inútiles, el no saber si alguna vez había hablado o si era un fenómeno nuevo perdió toda importancia cuando el bigotón galeno tomó un remo y comenzó a sumergirlo con alarmada rapidez en el lecho del río...

Frente a ellos las turbulentas aguas blancas características de los rápidos parecían extenderse más allá de lo largo que es el tiempo...

( a la Segunda parte aquí )