Irónico que en lo inesperado de la muerte
el ser humano encuentra la respuesta que esperaba de la vida.
El cúmulo de conciencias que resurgen al
momento de morir, la catarsis dramática y los olores que vuelven a despertar
las memorias como ningún otro sentido.
¿Qué es la vida?
La respuesta, mi respuesta, podría nunca
llenar las páginas de un libro, no porque sea corta, si no porque es imposible
llenar lo infinito.
De manera constante pondero la razón de la
existencia de todas las cosas, solo para volver a donde comencé; a ese punto
donde solo siento un vacío en el pecho y el resto de mi ser lleno de
maravillas.
Hoy la muerte nos acompaña, como
siempre, a todos lados, vestida de más
colores que nunca antes y perfumada con aromas que nadie conocía.
La vida no tiene símbolos etéreos… me
pregunto ¿Por qué será?
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